Muchas personas piensan que la independencia personal solamente se refiere a tener suficiente dinero para no depender de nadie. Otros, lo relacionan con la capacidad de elegir qué hacer sin pedir permiso a los demás. Yo pienso que puede ser un poco de ambas y mucho más.
Como tal, ser independiente me gustaría que lo viéramos como la capacidad de asumir compromisos y responsabilidades, de ser fieles a nuestros sueños, de tomar decisiones y acciones para lograr metas, sin depender de alguien más.
Tiene que ver con la capacidad de enfrentar y solucionar situaciones personales, también con la capacidad de definir aspiraciones y objetivos siempre conociendo nuestras habilidades efectivamente, para lograr metas.
Factores que no nos dejan desarrollar una independencia personal
La principal razón por la que no podemos desarrollar una independencia personal, es debido a los patrones que heredamos y que aprendemos cuando llegamos en este mundo, mismos que se pueden observar de la siguiente manera:
- Codependencia. Muchas veces podemos confundir el amor, pues al darlo y recibirlo, se puede tomar al otro como nuestra propiedad. Este amor posesivo puede darse entre familiares, parejas sentimentales o amigos. En una independencia personal, el individuo no necesita apoderarse de otro para sentirse pleno.
- Baja autoestima. Una baja autoestima no siempre es tener una autoimagen negativa, puede también manifestarse como autoimagen sobrevalorada. Va de la mano con la importancia que una persona le da a la opinión de los demás, que puede llegar a tal grado de no poder hacer las cosas sin la aprobación de otros.
- Malas costumbres. El mundo está lleno de ideas preestablecidas que nos dicen cómo pensar y actuar. Empiezan desde casa y las repiten en el trabajo, en la escuela, en el transporte. Hay que aprender a superarlas.
Si bien hay que interiorizar y trabajar en uno mismo para encontrarnos plenos y equilibrados, no debemos confundirlo con el individualismo. Sí debemos estar bien primero nosotros mismos, pero después debemos ayudar a los demás, pues somos parte de una sociedad y tú estás bien, yo estoy bien.
¿Cómo alcanzar una independencia personal?
Ya vimos la parte fea de la moneda, ahora veamos la parte bonita. En los primeros párrafos te dije cómo me gustaría que entendiéramos la independencia personal, ahora veremos que consta de 2 grandes partes:
- Independencia psicológica. Como veíamos en los factores que no nos dejan acercarnos a ser independientes, la opinión de las personas pueden crear presión en uno mismo. La independencia psicológica se manifiesta cuando una persona evita todo tipo de relación forzosa y actúa por sí misma.
- Independencia económica. Al inicio del blog te decía que la mayoría de las personas cree que tener mucho dinero es sinónimo de independencia. Si bien no lo es todo, sí es un elemento importante para desarrollar una independencia personal.
6 tips para alcanzar la independencia personal
Llegó el momento esperado. Ya que tienes el contexto necesario, ahora sí viene lo bueno. ¿Cuáles son las cualidades que necesitamos desarrollar para construirnos como personas independientes?
- Cuidarnos. Una persona independiente entiende que somos seres integrales y debemos procurarnos física, mental y espiritualmente. Si nos enfermamos, terminaremos por depender de algo o alguien (medicamento, doctor…). Cuida tu cuerpo, aliméntalo e hidratalo sanamente, cuida tus pensamientos, cuida tu relación espiritual con lo que te creó…
- Tomar consciencia. Saben que quejarse, excusarse o justificarse no los lleva a ningún lado, asumen su responsabilidad en lo que les sucede y actúan en consecuencia. Al culpar o justificarte estás cediendo el control de tu vida, por lo tanto, de tu independencia.
- Practicar la disciplina. Saben que DISCIPLINA no es qué, es CUÁNDO, actúan a pesar de su estado de ánimo, siempre buscando el resultado, hacen lo que tienen que hacer, cuando lo tienen que hacer para lograr lo que quieren lograr.
- Confiar en nosotros mismos. Aceptan sus debilidades, pero se apalancan de sus habilidades, capacidades y virtudes, saben que es más sencillo el camino si se aman y valoran lo que sí tienen.
- Enamorarnos de la vida. Las personas que dependen de otros para ser felices NO conocen las bondades de vivir y no toman decisiones para sí mismos. Ser independiente no quiere decir ser egoísta, sin embargo, es necesario considerar a tu persona y tomar las riendas de tu vida, y por supuesto, disfrutar el proceso.
- Practicar la gratitud y la actitud positiva. Son personas que agradecen lo que reciben, las experiencias y la economía que tienen porque saben que son resultado de sus acciones, entienden que agradecer siempre nos va a llevar a generar abundancia, y por supuesto, ven el vaso “medio vaso lleno”. Aunque las cosas no siempre salgan como queremos, se trata de agradecer para florecer.
Esta información tiene mucho valor, por eso la quiero compartir contigo. Espero que te sirva para mejorar tu presente, equilibrar tu vida y que no dependas de nadie más para realizar tus sueños, ni económica ni moralmente.
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